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Los agentes sociales piden a los convenios establecer unas líneas de actuación.
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Instan a las administraciones a activar “ámbitos tripartitos nacionales y autonómicos”.
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El acuerdo dará paz social al Gobierno durante el inicio de la nueva legislatura.
Los sindicatos aceptan que el control de las bajas laborales sea gestionado por las Mutuas colaboradoras de la Seguridad Social, tal y como pedían las organizaciones empresariales para ratificar el V Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC). El texto final, al que ha tenido acceso elEconomista.es, reclamaba la necesidad de seguimiento de las bajas para atajar el problema del absentismo en nuestro país, y establecer medidas que mejoren la salud de los trabajadores para reducir la “frecuencia y duración” de los tiempos.
La tasa de absentismo por Incapacidad Temporal (IT), es decir, por enfermedad común o accidente no laboral, enfermedad profesional o accidente de trabajo, se situó en el cuarto trimestre de 2022 en el 5,1%, una décima por encima de la del trimestre anterior y dos décimas más que en el cuarto trimestre de 2021, según el servicio de estudios de Adecco.
Sumando todos estos factores, la tasa de absentismo en España alcanzó en el cuarto trimestre de 2022 el 6,7%, cifra prácticamente similar a la del trimestre anterior y una décima superior a la del cuarto trimestre de 2021.
Según los cálculos de Adecco, las horas no trabajadas por absentismo laboral durante el cuarto trimestre de 2022 equivaldrían a que 1.044.816 de asalariados no hubiesen acudido a su puesto de trabajo en dicho periodo, cifra un 5,9% superior a la del anterior trimestre y un 4,4% por encima de la del mismo trimestre de 2021.
Con el acuerdo, que ya ha sido ratificado por CEOE-Cepyme y UGT, y que será aprobado mañana por CCOO, se establecen las pautas con las que la negociación colectiva debe guiarse. Patronal y sindicatos piden que los distintos convenios establezcan “procedimientos y ámbitos” de análisis de las bajas, que incluya un estudio de las causas, la incidencia y la duración de estas. También piden marcar líneas de actuación que puedan reducir “el número de procesos y su duración, así como el seguimiento y evaluación de dichas actuaciones”, reza el texto.
Ayuda desde la Administración
De igual modo, el acuerdo insta a que “las administraciones con competencias en la materia” puedan desarrollar convenios con dichas Mutuas, siempre respetando la intimidad de los trabajadores e instan a que se “activen ámbitos tripartitos nacionales y autonómicos” que analicen y hagan un seguimiento de las bajas temporales por contingencias comunes; estudiar el impacto “que la respuesta del Sistema Nacional de Salud, en cada uno de los ámbitos, tiene en los procesos”; y establecer unos cánones de actuación para “proteger la salud de las personas” y reducir tiempos y casos, así como el “seguimiento y evaluación de dichas actuaciones”.
Exclusión de 2022 del acuerdo
La inclusión del año 2022 en la actualización del acuerdo salarial, que tendrá vigencia entre 2023 y 2025, siempre ha sido uno de los puntos que parecían innegociables para los sindicatos a la hora de sacar adelante el trato con la patronal. Finalmente, los empresarios consiguen una segunda victoria en este proceso tras evitar actualizar los salarios con retroactividad a 2022.
En el texto final, achacan no dar cobertura al pasado ejercicio debido a la incertidumbre, lo que lastró la negociación durante todo el año pasado hasta el presente mayo. “Para dicho ejercicio, aunque buena parte de los sectores y de las empresas ya han cerrado sus convenios colectivos, aún quedan muchos otros sin hacerlo. En estos casos, las partes negociadoras de cada uno de los ámbitos afrontarán las negociaciones buscando soluciones, en base a la situación y la realidad de su propio ámbito”, recomienda el AENC.
Los agentes sociales ya tienen acordada una nueva fecha de reunión para comenzar a negociar la sexta actualización. Será tres meses antes del fin de 2025, “al objeto de iniciar las negociaciones de un nuevo Acuerdo Interconfederal para la negociación colectiva con la vigencia que se determine”.
Garantizar la ‘paz social’
La negociación del acuerdo se produjo en medio de amenazas de “conflicto” por parte de los sindicatos para presionar a la patronal a cambiar su actitud en la mesa de negociación. Con el fin de esta, es de esperar una cierta paz social entre los principales actores durante el final de esta legislatura y la mitad de la próxima.
Los agentes sociales demuestran así la capacidad bipartita de negociar medidas con independencia de los Ejecutivos que gobiernen y sellan una promesa de paz, al menos en materia de salarios fuera de la negociación de convenios, durante los próximos años.
Salga quien salga en las próximas elecciones generales de diciembre tendrá asegurada esa paz hasta la próxima negociación, gracias al trabajo de responsabilidad ejercido por los agentes sociales.
Fuente: El Economista