Una encuesta con varias empresas que han establecido ‘días sin reuniones’ concluye que muchas veces son más un mecanismo de control que una herramienta útil.
Las reuniones. Ese momento defendido por muchos, odiado por otros, imprescindibles para los primeros, cambiables por un mail en casi todas las ocasiones por los segundos Y así podríamos continuar.
Una encuesta de 2017, antes de la pandemia y el auge del teletrabajo, reveló que el 71% de los directivos creía que las reuniones eran un despilfarro y poco productivas. En un esfuerzo por suplir la falta de contacto en persona, muchas empresas han pasado a un modelo de puesto de trabajo remoto o híbrido en el que las reuniones son cada vez más frecuentes y largas.
Para generar confianza y crear una dinámica de equipo cooperativa, son esenciales las interacciones periódicas que merezcan la pena, pero no llenar el día de reuniones, según un reciente estudio. Por eso, muchas empresas como Facebook y Atlassian han implantado días sin reuniones, lo que permite al personal trabajar y colaborar a su propio ritmo y conveniencia, no a uno predeterminado.
Así funcionan los días sin reuniones
En el estudio, elaborado en el MIT Sloan, 76 empresas de más de 1.000 empleados cada una y con sede en más de 50 países, fueron analizadas después de que hubieran implantado varios días sin reuniones a la semana.
También preguntaron a los supervisores y a los directores de RRHH de las empresas para conocer los puntos de vista de los ejecutivos sobre los enfoques adoptados. Analizaron los datos comparando los niveles de estrés del personal antes y después de la reducción de las reuniones; y evaluaron sus efectos en el pulso de los trabajadores y otros indicadores.
El estudio reveló que cerca de la mitad (47%) de las empresas participantes optaron por reducir sus reuniones en un 40%, designando dos días de la semana sin reuniones. Mientras tanto, el 35% de las empresas adoptó un enfoque aún más agresivo, decidiendo implantar tres días sin reuniones a la semana, y el 11% decidió ir aún más lejos, estableciendo cuatro días sin reuniones. El último 7% de las empresas optó por erradicar por completo las reuniones.
El estudio señala que la salud de los empleados mejora cuando no hay reuniones
Los resultados de introducir un día sin reuniones a la semana fueron impresionantes, para los investigadores. Aumentaron la autonomía, la comunicación, el compromiso y la satisfacción, lo que se tradujo en menos microgestión y estrés y, por tanto, en una mayor productividad.
También tiene mucho peso la tecnología. La utilización de herramientas avanzadas es cada vez más frecuente en el lugar de trabajo, y muchas empresas emplean herramientas innovadoras para mejorar la eficiencia y evitar reuniones que antes eran insustituibles.
Fuente: El Economista.